Así se da la salida del Cross de Artillería
Y empieza un clásico de los Croses de la Región con 14 Km (este año un poco más largo -1Km- de subida inicial por la cuesta del batel) de un circuito muy variado, con asfalto, tierra, subidas de gran desnivel, bajadas, preciosas vistas y duro y este año aún más si cabe por el vendaval (un jaloque que en algunos tramos te frenaba en seco) aumentando la exigencia. Los 7 primeros Km tienen dos tramos de subida llevaderos, y hasta el faro marco un ritmo entre 3´40” y 3´55” que llevo bien hasta el 5 Km y medio en que las pendientes y el viento me hacen subir un poco el ritmo medio. La vuelta es donde sufres de verdad; la bajada de las carenas del Bazán de toda la vida hay que subirla y se acusan ya los Km y el ritmo, la pendiente es dura y el siguiente tramo de 3 Km por el centro y aproximándose a la Universidad te permite recuperar un poco, pero se compensa rápido porque vuelves a apretar el ritmo de carrera.
La Clave aquí es dosificar porque las cuestas de la Universidad con el caza de la patrulla águila sobrevolando el esfuerzo si te hacen ya frenar a ritmos casi de 5´y a subirlas de puntillas con los gemelos como piedras.
Ya estas cercano a los 13 Km y cuando coronas el antiguo Cuartel de Antigones ya sabes que está hecho; bajas por San Diego apretando como si fuera la salida por un tramo que habré hecho mil veces de madrugada, entrenando a lo Rocky cuando el día no va a dar más tregua.
Sales al paseo del Puerto y la gente ya te arropa hasta la meta en 400 metros mágicos, en los que te acuerdas de todo, mi mujer, mis hijas, mi abuela Antonia… ya ves el crono de lejos y al saber que hacia 56´cortos 4´01” de promedio la satisfacción te quita el dolor de golpe. La sensación de entrar en la meta besando la moneda de mi abuela y el escudo de mi Club no se puede definir con palabras porque este año además de correr en casa, en una de mis zonas de entrenamiento, con la gente saludando y animando desde las aceras, corría representando a mi Club, al Club de Atletismo MoratallaFilippedes, y además de una responsabilidad por hacer un buen resultado en su nombre, ha sido un orgullo difícil de explicar…Corría yo, pero sobre todo corría mi Club, mis colores, mis compañeros, y la gente aplaudía a un corredor azul y panel de abeja con un mensaje en la espalda MHANYIRA MUFARO que es la esencia de este deporte.
Cada vez que nuestra camiseta está en una línea de salida los rivales saben que mucho van a tener que correr para superar a un Filippedes, y en entrega e ilusión por estos colores ya os aseguro que no nos gana nadie.
Esta crónica la acabo de escribir
mientras da inglés mi Natalia aquí cerquita de las Canteras Romanas de
Cartagena. Un fuerte abrazo!!!
Crónica realizada por: Fernando Molina Morazo
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